WI-FI es una de las tecnologías de comunicación inalámbrica mediante ondas más utilizada hoy en día, también llamada WLAN (wireless Lan, red inalámbrica) o estándar IEEE 802.11. WI-FI no es una abreviatura de Wireless Fidelity, simplemente es un nombre comercial.
En la actualidad podemos encontrarnos con dos tipos de comunicación WI-FI: 802.11b, que emite a 11 Mb/seg., y 802.11g, más rápida, a 54 MB/seg.
Su velocidad y alcance (100-150 metros en hardware asequible) lo convierten en una fórmula perfecta para el acceso a Internet sin cables.
Para tener una red inalámbrica en casa sólo necesitaremos un punto de acceso, que se conecta al módem, y un dispositivo WI-FI que se conectaría en nuestro aparato. Existen terminales WI-FI que se conectan al PC por USB, pero son las tarjetas PCI las recomendables, nos permite ahorrar espacio físico de trabajo y mayor rapidez. Hay laptops que también podemos encontrar tarjetas PCMI externas, aunque muchos de los aparatos ya se venden con tarjeta integrada. En cualquiera de los casos es aconsejable mantener el punto de acceso en un lugar alto para que la recepción y emisión sea más fluida. Incluso si encontramos que nuestra velocidad no es tan alta como lo recomendable.
El funcionamiento de la red es bastante sencillo, normalmente sólo tendrás que conectar los dispositivos e instalar su software. Muchos de los routers WI-FI incorporan herramientas de configuración para controlar el acceso a la información que se transmite por el aire.
Pero al tratarse de conexiones inalámbricas, no es difícil que alguien interceptara nuestra comunicación y tuviera acceso a nuestro flujo de información. Por esto, es recomendable la encriptación de transmisión para emitir en entorno seguro. Esto es posible gracias al WPA, mucho más seguro que su predecesor WEP y con nuevas características de seguridad, como la generación dinámica de la clave de acceso.
Para usuarios más avanzados existe la posibilidad de configurar el punto de acceso para que emita sólo a ciertos dispositivos. Usando la dirección MAC, un identificador único de los dispositivos asignados durante su construcción, y permitiendo el acceso solamente a dispositivos instalados.
Por último, la existencia de comunidades wireless que permiten el acceso gratuito a la red conectando con centrales públicas situadas en diferentes puntos, en tu ciudad. Esta tendencia aún está latente en todos los países y tiene un futuro impredecible, pues es muy probable que las compañías telefónicas se interpongan a esta práctica.
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